Entre madejas.../
Entre madejas y agujas le indemnizaron los años
Gafas y una mecedora pa´ la muerte
En la tierra se surcen silencios…
Un hombre lleno de ira levanta la mano
Otro cargado de ganas se sabe empuñar
Industrias sobre el suelo de harina y sal
Háganse los huecos
aquí en la tierra como el cielo
Alguien sufre con un cilindro
escupe plomo en la mollera
El IVA se desploma en el bolsillo
Niña tonta vomitando la taza su ansiedad
El hambre es un rayo amargo
De nuevo noche
Se respira lluvia
En otros lados miedo
Extiende los brazos
Muestra las venas al sol
Que el carbón tiene fuego y lo negros sabor
Debates se levantan
Para aquellos ojos todos somos Nagasaki
Primera y segunda guerra
Recuerden que los números son infinitos
Las corbatas inspiran presencia
Y también ahorcan
Mientras Tsunami se enfurece
Y el mundo se aplasta
Todo pasa en instantes incontables
Una anciana le da a la cruz su ultima puntada
Aquel golpea tan!
El otro copula en soledad
La cabeza sangra pum!
La chica crea su vanidad
Alguien ríe frente al televisor
La lágrima cae de frente al cigarrillo apagando el tizón
Vapor de nueva vida ptss!
Veremos.
Tomaré el teléfono, vivo
A la vez perezco, envejezco
Renuevo células
Mantenerme firme podría hacerme morir
Dar siempre la razón mata lo que soy
Violáceo, aprieto los puños
Aflojo la lengua para devorar
Suelto los cubiertos, muero
Bostezo y muero
Creo e imagino en tanto aburrimiento
La siquiatría no acepta que yo
un escribano
dictamine que estoy loco
Ni la física
que mi alma abarque el mundo
pero el papel si
cuando del grafito se deja empapar.
Nadie hace castillos.../
Nadie hace castillos a orillas de un río
ni regala saludos a un limosnero
Los que caminamos no sabemos de timones
respiramos hondo la combustión
y utilizamos las canecas
aunque tengan el fondo roto
Los buses atentan por un centavo más
Un perro se vale de un coche
mientras intenta cabida para cruzar
si pudiera se cruzaría de brazos
o quitaría la rueda para orinar.
Las piedras chinas bañadas en cemento ardiente
penetrando las suelas…
…Sudo
Olor, despliegue del encierro
fermentado a cada paso
Tú, que no transpiras
no puedes sentir su embriagante júbilo
ni alzar los brazos y saber que existes
o brotar la garganta y respirar
el zumo exquisito
Que alegría saber que puedes llorar con gusto
sin que la lágrima dañe su pureza
con el delineador
Qué cosa que no seas como ellas
aunque fuera en las manos
no tendría que sufrir mi espalda
cuando aras con tus uñas sin color.
Salomón Blanco
Montería 1985
Fue criado por sus abuelos maternos. A los 5 años conoce a sus padres en Barranquilla donde cursó la primaria
en el Colegio Americano, luego regresó a Monteria a cursar el Bachillerato en el Juan Pablo II. Ahora estudia periodismo en INPAHU de Bogotá. Comparte sus estudios con los talleres de poesía que organiza Domingo Atrasado